"Me gustaría una ley que pueda habilitar la revisión de muchos juicios injustos" dijo la diputada en una entrevista para TN, retomando la discusión sobre la figura de la Obediencia Debida.
Según la diputada por la banca de Cambiemos, "Hay que revisar los juicios injustos
contra los militares" porque hay algunas personas que obedecieron y que
no tenían "nada que ver" con lo que estaban haciendo. En otras
palabras, Carrió está reavivando la noción de la "obediencia debida".
Por eso dijo que el proceso de juicio y castigo fue injusto para "los
que tenían 18 años y están condenados sin pruebas".
La
postura de Carrió, en realidad, esconde la intención de no sólo
terminar con los juicios de aquellxs jóvenes que se desempeñaron como
militares y torturadores en la última dictadura sino que, incluso, pidió
que dejen en libertad a lxs militares más grandes. Mientras dice que
gente como César Milani, quien formó parte del gobierno de Cristina
Fernández, "cometió delitos de lesa humanidad" y debería ser condenado
como los que eran "tenientes y capitanes", a su vez propone revisar los
juicios de quienes en aquella época " tenían 18 años y están condenados
sin pruebas" y liberar a los militares juzgados ancianos ya que "no
puede ser que haya gente tan grande en la cárcel". Esto oculta un
intento por desarticular los juicios por lesa humanidad por completo
porque no quiere juzgar a lxs jóvenes y no quiere juzgar a lxs ancianxs.
Haciendo un cálculo simple: quien en 1976 tenía 40 años y podía ocupar
un cargo importante -siguiendo la propuesta de Elisa Carrió- hoy tendría
80 años. Por ende, su propuesta se autocancelaría.
"Me gustaría una ley que pueda habilitar la revisión de muchos juicios injustos, sin debido proceso legal, contra militares que no tuvieron nada que ver"
Esto
no es sorpresa, ya que desde que Mauricio Macri entró a la presidencia
estos discursos se han visto legitimados y se han propagado desde este
espacio ambiguo de una "justicia social" extraña. Cuando Elisa Carrió
dice que "los derechos humanos son para todos", en realidad ignora que
previamente esas personas que hoy mismo están siendo juzgadas ya han
violado los Derechos Humanos fundamentales de otras personas. Carrió,
convertida en la representación de la Justicia y la República, desde su
propio altar, dice acerca de los juicios a genocidas: "En la tortura
excluyo totalmente, pero los derechos humanos son para todos. No creo en
la venganza, no puede ser que haya gente tan grande en la cárcel".
"En la tortura excluyo totalmente, pero los derechos humanos son para todos. No creo en la venganza, no puede ser que haya gente tan grande en la cárcel"
Estas
declaraciones, que pasan de largo porque "es Carrió" o porque ya no
resultan llamativas, se legitiman cada vez que alguien dice algo similar
y no sufre ninguna condena. La condena social no alcanza únicamente
para frenar la bestia del fascismo, sobre todo cuando quienes habilitan
estos discursos fascistas son representantes estatales o comunicadores
sociales. En esta entrevista con TN, Elisa Carrió dejó en claro su
intención política si Macri es reelegido: "Me gustaría una ley que pueda
habilitar la revisión de muchos juicios injustos, sin debido proceso
legal, contra militares que no tuvieron nada que ver".
No fueron juicios injustos. Fueron juicios ejemplares a nivel mundial.}
No
fue un proceso ilegal, fue un proceso ejemplar donde, a pesar de los
horrores cometidos por quienes estaban siendo juzgadxs, lxs jueces,
fiscales y representantes de la Justicia se encargaron de cumplir, paso a
paso, cada aspecto de la norma y la Ley.
Y
no fueron militares "que no tuvieron nada que ver", fueron militares
cómplices y partícipes del horror perpetrado por el Estado sobre un
grupo de personas. Esos militares usaron todo el poder y las
herramientas del Estado para cometer crímenes y vejaciones sobre la
población, rompiendo todo proceso legal y democrático.
Y
no "fueron juzgados sin pruebas". Fueron juzgados con todas las pruebas
que se pudieron rescatar. Cada centro de detención y tortura y cada
nieto y nieta encontradxs son la prueba viva de las vejaciones
producidas por los militares.
Hoy, más que nunca, hay que gritar ¡Nunca más!
Y
es importante utilizar todas las herramientas que nos brinda la
democracia para que estos discursos no se dispersen por los medios de
comunicación.
0 comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios xenófobos, transfóbicos, machistas ni violentos. El sitio tiene la propiedad de borrar cualquier comentario que incite al odio.