Al menos 20 trabajadores de la empresa fueron secuestrados y torturados en Campo de Mayo. La mayoría continúan desaparecidos. Muchxs eran activistas laborales. La empresa le entregaba su información a los militares.
Esta información se desprende de la megacausa por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos que funcionaron en Campos de Mayo durante la ultima dictadura cívico-militar.
Según la investigación, los ejecutivos de la compañía dieron información sobre lxs trabajadores a la dictadura. La mayor parte de ellxs luchaban por mejores condiciones laborales y salarios mas justos, algunxs siendo delegadxs de la comisión sindical interna de Mercedes-Benz. La información descubierta expone el estrecho vinculo que habia en aquella época entre el aparato militar y el sector económico privado.
Estos datos claves se desprenden de las declaraciones de testigos vertidas entre el 22 de mayo y el 19 de junio ante el Juzgado Penal Federal Oral No.1 sobre los secuestros y desapariciones de siete trabajadores entre 1976 y 1978, de los cuales seis continúan desparecidos: Alberto Francisco Arenas, Juan José Mosquera, Jorge Alberto Leichner Quilodran, Alberto Gigena, Diego Eustaquio Núñez y Fernando Omar Del Contte. El único sobreviviente fue Héctor Aníbal Ratto.
Esta no fue la primer vinculación entre Mercedes-Benz y la dictadura cívico-militar. La política económica liberal implementada por los militares benefició de varias maneras a esta empresa, ya sea generando políticas de promoción de inversiones, exenciones fiscales, brindando facilidades de exportación e incluso absorbiendo el Estado la deuda de la empresa. En 1979, Mercedes-Benz dominaba el 92% del mercado local de colectivos.
Durante la década de 1970, los conflictos laborales aumentaron dentro de la empresa. Los trabajadores expresaron demandas con respecto a los salarios y mejores condiciones de trabajo, y obtuvieron algunas victorias. Sin embargo, con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, las cosas cambiaron. Al menos 20 trabajadores de Mercedes-Benz fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad. De ellos, 15 siguen desaparecidos hasta nuestros días. Esta represión tuvo un profundo impacto en la disciplina de los trabajadores.